Colchones ideales para dormir en pareja

Los románticos nos dirán que dormir en pareja es algo maravilloso. Los realistas, que no todo es tan bonito como parece. Compartir cama con otra persona a diario tiene sus inconvenientes. Por eso hay que hacer la elección acertada para que el descanso sea reparador para las dos partes. Por ejemplo, optar por uno de nuestros colchones Flex en Bilbao con hasta 12 meses de interés para que dormir en pareja sea cómodo. 

Para dormir con un compañero o compañera con diferente peso, complexión y temperatura corporal hay que tener varias cosas en cuenta. Además, los gustos pueden ser diferentes en cuanto a firmeza, acogida o materiales. La mayoría de las personas no duermen en la misma postura toda la noche, algo que muchas veces impide el descanso profundo de la persona con la que compartimos cama. Por eso, dormir en pareja no siempre resulta tan placentero y cómodo como nos gustaría. La incompatibilidad de posturas y el exceso de movimientos puede entorpecer un descanso profundo y reparador.

La independencia de lechos

El factor más importante a la hora de elegir un colchón en Colchonerías Miluna que se adapte a ambos durmientes es la independencia de lechos. Esto evita que los movimientos en un lado de la cama se transmitan demasiado a la otra persona. Un colchón con una alta independencia de lechos puede amortiguar de manera eficaz los movimientos en un punto concreto de la cama y no trasladarlos a toda la superficie de descanso. En cambio, un colchón con una baja independencia de lechos reflejará el movimiento generado en una parte de la cama y lo trasladará a la otra persona. 

Hoy en día existen colchones con una alta independencia de lechos de casi cualquier material. En general los colchones híbridos de muelles encapsulados de manera independiente con viscoelástica son los que aíslan la transmisión de movimientos entre ambos lados de la cama.

El efecto rebote

La independencia de lechos está relacionada con otra característica del colchón: el efecto rebote de la superficie de la cama. El rebote o la respuesta de un colchón se mide mediante la reacción al presionarlo y comprimirlo. Un colchón estable o con bajo efecto rebote presenta un comportamiento de absorción del impacto para que la persona sienta el mínimo movimiento posible. En cambio, un colchón de alto efecto rebote es más sensible a los movimientos, generando un efecto brinco.